miércoles, 16 de marzo de 2016

Violencia Intrafamiliar






1. Objetivos del Blog:
Es un sitio web para recopilar información para que los lectores puedan escribir sus comentarios respecto al tema y el autor pueda darles respuesta. Este blog forma parte de una práctica escolar de la materia de NTIC, de la Universidad de Sonora. 

2. Información respecto al tema
En el territorio Nacional, durante el año 2006 los servicios médico forenses del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses evaluaron 72.849 víctimas por violencia intrafamiliar. Del total de los eventos, el mayor porcentaje correspondió a casos de violencia de pareja 43.319 (59,4%), seguido por la violencia entre otros familiares 15.990 (21,9%) y se evaluaron 13.540 (18,5%) menores de edad, víctimas de maltrato de todos los reconocimientos hechos por los profesionales médico-forenses.

Dentro del proceso normal del desarrollo y evolución de una familia, sus integrantes y el mismo sistema, se pueden encontrar situaciones de conflicto y crisis que traspasa su capacidad de respuesta, posibilitando un ambiente de interacción fundamentado en estrés y tensión en el grupo familiar, lo que puede desencadenar en conductas inadecuadas denominadas violencia intrafamiliar. Así la violencia intrafamiliar se concibe como: “toda acción u omisión protagonizada por uno o varios miembros de la familia, a otros parientes infringiendo daño físico, psicoemocional, sexual, económico o social”; por lo tanto es el resultado de la convergencia de un conjunto de procesos complejos como la historia personal de cada participante, el medio ambiente propiciatorio de las tensiones y de los conflictos y los valores culturales que incentivan las resoluciones violentas de los mismos, es por lo tanto un producto de interacciones donde confluyen factores individuales tanto del agresor como del receptor y del contexto social, son circunstancias que propician la aparición del maltrato físico, psicológico, sexual dentro del sistema familiar, actúan como limitantes para la organización y el establecimiento de relaciones adecuadas que permitan el abordaje oportuno de la desavenencia.

 La violencia tiene raíces históricas y hoy es más aguda y compleja que nunca. Se da a todos los niveles: político, económico, social, laboral, e intrafamiliar. Se toma todo los espacios: la calle, la escuela, el hospital, la empresa, el hogar. Asume múltiples formas: física, psicológica, sexual, verbal y económica. Tiene múltiples representaciones: suicidio, homicidio, desaparición, secuestro, masacre, maltrato, chantaje, ultraje. Afecta a todos: niños, niñas, jóvenes, adultos, hombres, mujeres, en calidad de víctimas o victimarios y hace parte de nuestra vida cotidiana. La violencia intrafamiliar es un problema multicausal que se asocia con varios factores sociales, individuales, políticos y comunitarios.

Entre los factores individuales se incluyen el sexo, edad, otros factores biológicos y fisiológicos, nivel socioeconómico, situación laboral, nivel de educación, uso de alcohol o drogas y haber sufrido o presenciado maltrato físico en la niñez. Aunque todos estos elementos inciden, no necesariamente determinan las situaciones de violencia. Cada factor de riesgo tiene su propio impacto marginal en la probabilidad de que una persona se comporte violentamente o sea objeto de violencia. De esta forma los grupos familiares presentan condiciones, circunstancias, creencias y experiencias que determinan el actuar individual y familiar, crean el contexto propicio para que se presente la conducta violenta, siendo este un desequilibrio relacional entre las concordancias intrafamiliares. Desde el modelo sistémico, se considera que las manifestaciones de desatención, de violencia física o de abuso sexual son la señal de una patología que afecta el funcionamiento global de la familia”.

http://www.medicinalegal.gov.co/documents/10180/33850/9+Violenciaintrafamiliar.pdf/10708fa9-efb1-4904-a9e6-36377ca8a912


IMPACTO SOCIAL DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La problemática de la violencia intrafamiliar es un tema que nos atañe a todos, pues sus consecuencias se ven reflejadas en el ámbito económico, polí- tico, social y de salud pública. De acuerdo con estudios del Banco Mundial, “las violaciones y la violencia doméstica llevan a la pérdida de nueve millones de años de vida saludable (AVISA) por año en el mundo” (1); de seguridad pública porque involucra el libre ejercicio de los derechos y desarrollo de la personalidad. Por otro lado, afecta la unidad familiar porque la violencia es un patrón de interacción transmitido de generación en generación. La violencia tiene raíces históricas y hoy es más aguda y compleja que nunca. Se da a todos los niveles: político, económico, social, laboral e intrafamiliar. Se toma todo los espacios: la calle, la escuela, el hospital, la empresa, el hogar. Asume múltiples formas: física, psicológica, sexual, verbal y econó- mica. Tiene múltiples representaciones: suicidio, homicidio, desaparición, secuestro, masacre, maltrato, chantaje, ultraje. Afecta a todos: niños, niñas, jóvenes, adultos, hombre, mujeres, en calidad de víctimas o victimarios y hace parte de nuestra vida cotidiana.

 Por ello, a lo largo de esta revisión se hará una aproximación a la definición de la violencia intra-familiar, se enunciarán las formas de maltrato, se revisarán las diferentes tipologías de familia dado que consideramos importante clasificarlas para tener una opción al funcionamiento interior de cada una de ellas y finalmente se harán algunas consideraciones sobre el impacto que genera esta problemática. ´

Concepto de violencia intrafamiliar Es en la sociedad donde se construye el concepto de género dado por las características del sexo con el que se nace y donde esas diferencias se basan en relaciones de poder; por eso cuando tocamos el tema de violencia intrafamiliar, se hace referencia al abuso de poder sobre los miembros más débiles que están a su cuidado, por eso afecta principalmente a los niños y niñas, a las mujeres, ancianos y ancianas y a quienes tienen alguna forma de discapacidad.

Dentro del proceso normal del desarrollo y evolución de una familia, sus integrantes y el mismo sistema se pueden encontrar con situaciones de conflicto y crisis que traspasan su capacidad de respuesta, posibilitando un ambiente de interacción fundamentado en estrés y tensión en el grupo familiar, situación que puede desencadenar en conductas inadecuadas denominadas violencia intrafamiliar. Así la violencia intrafamiliar se concibe como: “toda acción u omisión protagonizada por uno o varios miembros de la familia, a otros parientes infringiendo daño físico, psicoemocional, sexual, económico o social”(3); por lo tanto es el resultado de la convergencia de un conjunto de procesos complejos como la historia personal de cada participante, el medio ambiente propiciatorio de las tensiones y de los conflictos y los valores culturales que incentivan las resoluciones violentas de los mismos, es por lo tanto un producto de interacciones donde confluyen factores individuales tanto del agresor como del receptor y del contexto social, son circunstancias que propician la aparición del maltrato físico, psicológico, sexual dentro del sistema familiar, actúan como limitantes para la organización y el establecimiento de relaciones adecuadas que permitan el abordaje oportuno de la desavenencia.

Ángela Hernández dice: “la violencia intrafamiliar es un problema tanto de hombres como de mujeres, intercambian los roles de agresores y agredidos, cambian de posición en el conflicto según la escalada del mismo”. Así la violencia intrafamiliar debe ser entendida como: “un proceso en el que participan múltiples actores, se construye colectivamente en el tiempo y que tiene sus propios patrones de reproducción”; es dinámica, fluctuante, pero responde a las condiciones, herramientas y opciones de solución de conflictos aprendidas y reforzadas en el contexto en que se interactúa, por eso la violencia es una conducta aprendida a partir de modelos familiares y sociales que la definen como un recurso válido para resolver los conflictos; se reconocen tipologías y ambientes familiares que establecen dentro de sus costumbres, valores y reglas la instauración de una cultura fundamentada en pautas de agresión que va deteriorando, afectando y fortaleciendo la dinámica familiar disfuncional.

 Es decir, son consecuencia de un mal funcionamiento del sistema relacional o social donde todos los miembros de la familia se encuentran prisioneros de un juego disfuncional y son participantes activos. De esta forma los grupos familiares presentan condiciones, circunstancias, creencias y experiencias que determinan el actuar individual y familiar, crean el contexto propicio para que se presente la conducta violenta, siendo este un desequilibrio relacional entre las concordancias intrafamiliares. Desde el modelo sistémico, se considera que las manifestaciones de desatención, de violencia física o de abuso sexual son la señal de una patología que afecta al funcionamiento global de la familia”. La violencia intrafamiliar de acuerdo con Anabel Carreras (4), puede ser abordada desde algunos aspectos tales como: la violencia como expresión de una crisis en el ciclo vital de la familia. La violencia como mitología familiar: La violencia hace parte de las “visiones del mundo” o sistemas de creencias con las que funcionan las familias. Se distinguen tres ideologías o sistemas de creencias. También como creencias donde los golpes hacen parte de una dinámica altruista (el objetivo es la educación del niño). Otra resulta ser la creencia que el castigo físico es útil para defenderse de una amenaza. Y finalmente, la de las creencias donde los golpes hacen parte de un “derecho a la venganza”.
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La violencia intrafamiliar es un problema multicausal que se asocia con varios factores sociales, individuales, políticos y comunitarios. Entre los individuales se incluyen el sexo, edad, otros factores biológicos y fisiológicos, nivel socioeconómico, situación laboral, nivel de educación, uso de alcohol o drogas y haber sufrido o presenciado maltrato físico en la niñez. Aunque todos estos elementos inciden, no necesariamente determinan las situaciones de violencia. Cada factor de riesgo tiene su propio impacto marginal en la probabilidad de que una persona se comporte violentamente o sea objeto de violencia. Se produce una sinergia entre cada uno de estos aspectos en la que los factores comunitarios y sociales interactúan con las características individuales y la dinámica del hogar. Entre los factores sociales se destacan la desigualdad de ingresos, la violencia en los medios de comunicación, los efectos de la posguerra, los controles institucionales débiles (especialmente la debilidad de los sistemas policiales y judiciales) y las normas culturales.

 La cultura es uno de los factores más significativos en el comportamiento violento. La violencia puede ser parte de normas que forman el comportamiento y la identidad de los grupos. Por ejemplo, golpear a los niños suele ser culturalmente aceptado y con frecuencia inculca en esos niños la creencia de que la violencia es una forma aceptable de resolver conflictos (idem). Los estereotipos de género refuerzan la idea del “derecho” del esposo/compañero a controlar el comportamiento de su pareja y de que ese control puede ejercerse a través de distintas formas de violencia.

Según el ámbito jurídico existen diferentes instrumentos que sancionan la violencia intra-familiar como la Ley 294 de 1996 que la define como: “todo daño o maltrato físico, psíquico o sexual, trato cruel, intimidatorio o degradante, amenaza, agravio, ofensa o cualquier otra forma de agresión, producida entre miembros de una familia, llámese cónyuge o compañero permanente, padre o madre, aunque no convivan bajo el mismo techo, ascendientes o descendientes de estos incluyendo hijos adoptivos y en general todas las personas que de manera permanente se hallaren integrados a la unidad familiar ”.

Tipos de violencia intrafamiliar Dado que la principal víctima de violencia intrafamiliar es la mujer, consideramos las siguientes definiciones extraídas del Reglamento de Violencia de Pareja(8). Abuso verbal: utilización del lenguaje hablado para humillar, ridiculizar, amenazar o denigrar al otro miembro de la pareja. Abuso emocional o psicológico: subvaloración o descalificación del otro, el autoritarismo, la imposición de ideas o deseos. Puede acompañar o preceder la violencia física como una forma de control a través del miedo y la degradación. Intimidación en los tratos, incluyendo la coacción utilizando terceros. Aislamiento: acción ejercida para controlar cada aspecto de la vida del otro miembro de la pareja como su tiempo, sus actividades, su contacto con los otros. Así mismo cuando a una persona no se le permite trabajar, recibir llamadas telefónicas o ver amigos o familiares y debe estar fuera o desconectada del mundo exterior.

 Abuso económico: la agresión se ejerce cuando se controla el acceso de la pareja al uso del dinero, el manejo y gasto del mismo. Abuso sexual: desde un punto de vista médico-social (no jurídico) se refiere a todas las conductas que atentan contra los derechos sexuales y reproductivos de una persona. Incluye acoso sexual, violación, actos sexuales realizados contra el otro miembro de la pareja o contra la persona con la que se haya convivido o procreado. Abuso físico: Se refiere a las conductas que atentan contra la integridad física del otro miembro de la pareja. La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. A diferencia de la violencia física, no deja huellas visibles y el agredido tiene que luchar contra la palabra del agresor que suele tachar a la víctima de exagerada o loca, por lo que consideramos que las estadísticas presentan un sub registro sobre este tipo de violencia.

La violencia intrafamiliar, como problemática social, se presenta en aquellas familias que por sus características, tanto en la dinámica como en su estructura familiar, se hacen permeables y vulnerables para el desarrollo de los factores desencadenantes y determinantes del proceso violento, pero de igual forma son diferentes las consecuencias sobre cada participante y sobre el sistema familiar (ya sea de tipo nuclear, monoparental, extensa, etc.).

Tipologías de Familia

Familia nuclear tradicional: compuesta por padre, madre e hijos; se considera este tipo de familia como la unidad mínima. Puede ser completa o incompleta (cuando se presenta separaciones, divorcio, fallecimiento de un cónyuge).

Familia extensa: compuesta por tres generaciones que comparten vivienda y economía, frecuentemente alberga alguno de sus miembros y su grupo familiar secundario en momento de crisis, puede ser por línea materna o paterna.

Familia monoparental: es una forma de organización familiar que se deriva de la ruptura de un vínculo inicial, puede ser díada materna (madre con hijos) o díada paterna (padre con hijos).

Familia superpuesta o recompuesta: conformada por parejas que han tenido uniones previas, concluidas en rupturas. A esta familia cada cónyuge puede aportar los hijos de uniones anteriores y los actuales, es decir se conforma un grupo familiar con hijos tuyos, los míos y los nuestros. Es importante identificar si se presenta por línea paterna o materna.

 Familia pareja sin hijos: díadas conyugales, las cuales no pueden concebir por razones fisiológicas, no han adoptado o el tener un hijo no se encuentra dentro de sus planes inmediatos. Unipersonal: es un hogar o una unidad social de consumo. Son personas que viven solos, ya sea solteros, viudos, separados pero que viven solos.

Familia nuclear con amantazgo: (noviazgo o convivencia-conducta infiel) familia que se establece cuando uno de los cónyuges, además de tener su hogar conformado mantiene una relación permanente con otra persona.

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Consecuencias de la violencia intrafamiliar (VIF) Es importante abordar no solamente a los protagonistas directos o involucrados del hecho violento por el que se reporta para su judicialización, sino indagar acerca del conjunto de miembros de la familia, identificar los actores pasivos y activos que están involucrados en el proceso de la violencia intrafamiliar y reconocer sus posibles repercusiones y factores de riesgo tanto a nivel individual como familiar. Ahora bien, de acuerdo con consideraciones consignadas anteriormente, la mujer es la principal víctima de violencia intrafamiliar por lo que se tratará el impacto de esta problemática sin perder de vista que los niños la sufren también de manera directa e indirecta, así como otros miembros del grupo familiar.

En la actualidad existen cifras que permiten conocer también la violencia que se ejerce contra algunos hombres al interior de la dinámica familiar. Las cifras no permiten precisar la real magnitud de hombres víctimas de este tipo de violencia, ésta se mantiene en el ámbito privado, pues influyen factores sociales, culturales e individuales que hacen al hombre abstenerse de denunciar a su pareja.

Así mismo, se hace difícil conocer acerca del tema, porque se entraría en el campo de las contradicciones y polarizaciones, en éstos términos, no es posible vislumbrar esta temática, tampoco explicar como se manifiesta la violencia hacia el hombre y cual es el trasfondo que hay detrás de ello. Pues son múltiples las razones por las cuales tanto el hombre como la mujer justifican el maltrato y estarían incluidos aspectos como: ingesta de alcohol, prestar atención a cosas triviales como ver televisión, el futbol, cuando el hombre gana menos y afecta el ingreso familiar, mala comunicación con la pareja y finalmente el desconocimiento por parte del hombre acerca de la Ley de violencia intrafamiliar. La VIF contra las mujeres tiene efectos directos en sus vidas, pero también en los hogares, en el ámbito laboral, en las comunidades y en la sociedad en su conjunto.

Estudios a nivel mundial muestran que la violencia es un factor de riesgo importante para la salud, para el bienestar y para el ejercicio de los derechos humanos. Particularmente en relación con la salud, la violencia física, sexual y/o psicológica en cualquier etapa de la vida de las mujeres trae como consecuencia un incremento en el riesgo de desarrollar problemas de salud subsiguientes. Estas formas de violencia tienen efectos fatales tales como: homicidio, el suicidio y la mortalidad materna y se asocian con condiciones crónicas como: el síndrome de dolor crónico, desórdenes gastrointestinales y somatización. Sus efectos también se expresan en la salud reproductiva y se relacionan con embarazos no deseados, con enfermedades de transmisión sexual y VIH-SIDA, con complicaciones en el embarazo y con enfermedad pélvica inflamatoria. Los efectos de la violencia doméstica y sexual en la salud mental también son amplios e incluyen estrés postraumático, ansiedad, fobias, disfunción sexual y depresión, entre otros. Asimismo, este fenómeno también se asocia con conductas negativas para la salud como son el tabaquismo, el abuso del alcohol y otras drogas, conducta sexual de riesgo y conductas compulsivas.

Recomendaciones » Es importante concientizar a los padres para que tengan una mayor responsabilidad hacia sus hijos, que se preocupen más por ellos (ej: cómo van en el colegio, internamente cómo se están sintiendo), que realicen con ellos actividades (juegos de mesa y otros), para que exista interacción padres e hijos. Lo más importante, es que se establezca comunicación entre ellos, porque la comunicación es la base de un buen funcionamiento familiar. » Para desarrollar la corresponsabilidad entre familias, sociedad y estado, es un reto concientizar y motivar a estos tres actores en su papel de protección, cuidado y apoyo a la niñez.

 Se requiere un cambio cultural profundo, que transforme los comportamientos individuales y colectivos, creando así una conciencia ciudadana respetuosa de derechos. » En el cambio cultural es necesario abordar la cultural institucional, tanto desde el punto de vista de la estructura y el funcionamiento de las mismas instituciones, como de la forma en la que los funcionarios asumen sus responsabilidades, esta situación se hace necesaria en las instituciones que abordan los temas, pero tienen que ver con todas las instituciones que, de una manera u otra, trabajan con y para la infancia y la familia. » Implementar mecanismos que permitan eliminar prejuicios, costumbres, tradiciones o prácticas culturales que lleven a generar violencia tanto en las instituciones educativas como al interior del hogar. Conclusiones » La tarea esencial de la familia es cuidar a los hijos y educarlos, es ayudarlos a crecer física y emocionalmente, consiguiendo con esto que los niños y niñas puedan ser personas con individualidad y criterios propios, que les permita ser diferentes de sus padres y otros hermanos hasta llegar a ser adultos responsables y capaces de actuar solidaria y creativamente dentro de la sociedad y su entorno. »

La inversión estatal en educación y salud crea protección contra los momentos de crisis; sin embargo, es importante garantizar el acceso general a estos servicios. » La violencia intrafamiliar en la relación de pareja tiene un origen multifactorial. Entre los factores ocupa mayor importancia la intolerancia, acompañada de otros muchos factores como la socialización en la ideología machista en la que emergen aspectos como celos, desconfianza, infidelidad, consumo de sustancias tóxicas, alcoholismo y crisis económica. » Los múltiples y desbastadores efectos de la violencia intrafamiliar, impactan tanto el nivel individual de la víctima como a la sociedad; lo cual genera una problemática pública social y exige una intervención política, social e interinstitucional ya que su incidencia y gravedad requiere de manera inmediata un tratamiento preventivo, educativo, formativo, policial, jurídico y económico entre otros. »

El bajo nivel educativo, que además de obstaculizar el acceso a la parte laboral, muchas veces puede ir acompañado de un buen número de perjuicios que sesgan la percepción de los criterios, ideas y sentimientos de la pareja, así como de ciertos déficit en las habilidades interpersonales para la solución de conflictos. » La reproducción del modelo violento en las relaciones sociales y de familia crea un espacio propicio para la imagen y la legitimación de las conductas violentas en las personas, los medios de comunicación, instituciones educativas, laborales entre otras y en lugar de disuadir o formar, acaban por convertirse en un modelo a seguir por otras generaciones.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Organización Panamericana de la Salud Unidad de Género y Salud: Modelo de Leyes y Políticas sobre VIF contra las mujeres. Abril, 2004.
Hernandez A. Familia, ciclo vital y psicoterapia sitémica breve. Ditorial el Buho, Bogotá 1997. Gutierrez M. Et al. Conflicto Violencia Intrafamiliar. Universidad Externado de Colombia. Bogotá. 2003.
Carreras A. Conferencia Familias Maltratantes.. Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar. Bogotá, Octubre 12 y 13 de 2006

http://www.medicinalegal.gov.co/documents/10180/33850/9+Violenciaintrafamiliar.pdf/10708fa9-efb1-4904-a9e6-36377ca8a912


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